Francia se suma a la prohibición del uso y fomento de la app Uber por supuesta competencia desleal a los taxistas. Es más, según el Gobierno francés, esta plataforma dejará de ser legal a partir de pasado mañana, uno de enero. Dicha norma está incluida dentro de la ley ya aprobada de la profesión del taxi y de los turismos con conductor, más conocida como la ley Thévenoud. No obstante, el Tribunal de Comercio se declaró hace tres viernes incompetente para poder aplicarla, por lo que su cumplimiento está enteramente en manos del presidente François Hollande.
Como protesta, hace tres lunes el sector del taxi intentó bloquear las salidas de los aeropuertos de Charles De Gaulle y Orly, así como la entrada a las principales ciudades. Ante ello el Ejecutivo francés recordó que sus demandas habían sido escuchadas y que desde el primer día del año 2015 Uber estaría prohibido.
Y es que el enfado de los taxistas franceses se avivó aún más cuando el 5 de febrero comenzó a funcionar UberPOP, una aplicación que no ofrece el uso compartido de coches como defiende el Uber original, sino directamente automóviles con conductor a mejor precio que un taxi normal y sin licencia. De hecho, un tribunal galo sancionó con 100.000 euros a Uber por ello, pero éste recurrió y alegó que el poco margen de maniobra que tiene el Tribunal de Comercio se debe a la legalidad de sus apps. Recordemos que la herramienta se defiende argumentando que no ofrece servicios de taxi sino que la aplicación sirve para compartir coches privados y amortizar el uso del vehículo.
Con esta ley la utilización y fomento de Uber puede suponer en Francia una multa de 300.000 euros y una pena de cárcel de dos años. Multas que ya se habían impuesto con anterioridad en Lyon o Bordeaux pero no con tanta cantidad económica.
