Ya está disponible en la App Store, Music Finder, una aplicación que permite al usuario de iPhone descargar música gratis y legalmente. Se trata de una herramienta que ofrece el acceso a determinadas bases de datos de las cuales se pueden obtener canciones de forma legal como LastFm, Artist Server, Jamendo y Live Music Archive.
Para ello, una vez que ya tengamos instalada la app en nuestro smartphone, debemos ir a la opción How to download music, mediante la cual podemos acceder a las opciones de las páginas de descargas. El siguiente paso es igual de sencillo. Tan solo tenemos que elegir la canción que queramos y pulsar el botón Descargar para que se quede guardada en la aplicación.
Al igual que en otros programas similares, desde las opciones de esta app es posible controlar cuántas canciones te estás descargando a la vez y éstas pueden ser escuchadas desde el mismo programa, que ofrece caratulas y la función de compartirlas en tus redes sociales.
De todas formas, también existe la posibilidad de escuchar las canciones bajadas en la biblioteca de música del iPhone. Pero para ello es necesario conectar el smartphone con iTunes, acceder a la opción Aplicaciones, seleccionar Music Finder, extraer los archivos descargados al ordenador y tras ello pasarlos al iTunes.
Por otra parte, la nueva aplicación tiene un buscador para que navegues y busques lo que más te plazca por Internet. Un pequeño truco que puede llegar a superar el límite de la legalidad, ya que es posible descargar todo tipo de música desde él.
No obstante, el desarrollador de esta app ha asegurado que su herramienta está pensada para obtener música de forma legal y que el buscador no está hecho para bajarse música ilegalmente.
Asimismo, con este programa no solo se puede navegar como si de Firefox o Safari se tratase, sino que además puedes falsearlo para que no te aparezcan los odiosos banners de publicidad.
Una herramienta que parece muy útil pero que no es gratuita, aunque su coste es muy bajo, 0,89 euros. Por este precio, a simple vista parece que merece la pena.
